jueves, 24 de junio de 2010

Pensando En Mí

.
Después de varios días de ausencia me estoy poniendo a escribir de vuelta.
Había que maquillar un poco este lugar porque lo anterior le había corrido la pintura y lo había puesto muy turbio.
Pasa que desde que mi musa perdió su chispa y dejo de inspirarme con sus actos, con su arte o con lo que fuese que tenga, que hacía que ella sea MI MUSA, es como que mi chispa, a la que califico como “la chispa adecuada” no estaba encendida, no podía encender ninguna fogata, ninguna hornalla para calentar el agua y poder cebar unos ricos mates e inspirar unas buenas frases.
Además tengo muchas cosas dándome vuelta en mi cabeza y no me puedo concentrar en algo conciso y decir, voy a dedicarle un poco de mi arte a “tal cosa”. Así que ahora estoy haciendo como un paneo general, frases al azar, destinos inciertos, rostros opacos difíciles de distinguir, sentimientos que no son. Un viaje en colectivo largo y pensativo, colgado, mirando sin ver, escuchando algún tema que me despeje la cabeza y me haga viajar a otra realidad, a otro lugar, un sitio donde se que estoy rodeado de gente pero no la veo, hasta que detecto un barrio conocido y ahí me doy cuenta de que llegué a casa y toco el timbre para bajarme, pero así y todo yo sigo en ese mundo aparte. Ahí donde me puedo encontrar conmigo mismo y acomodar un poco las ideas y los trastornos que agarran de vez en cuando. Acomodándome las cosas de acuerdo a la importancia que tienen y que se merecen, porque no es lo mismo la importancia que le das a algo que la que se merece. Entonces aproveche ese momento de relax para acomodar eso como debía, una especie de yenga, cosas que había por abajo, las saque sin derrumbar todo lo demás y lo puse más arriba, donde yo creo que esta mejor ubicado.
Por suerte pude ordenar un poco ese desastre que tenía dentro mío y ahora estoy, no sé si más relajado, pero si más tranquilo. Puedo pensar mejor las cosas, sin apurarme (porque nada me corre).
Yo doy oportunidades de vez en cuando, y mañana (u hoy depende la hora) me voy a dar una a mí mismo, no sé si me equivoco ¿o no?, pero voy a ver ¿qué pasa?, voy a tantear la situación. Y si veo que se puede, me voy a dar esa oportunidad, pero dejando las cosas en claro y hablando de cómo son las cosas, para no confundirme a mí y menos que menos a vos.
Pero creo que de a poco la cabeza se va acomodando y está empezando a funcionar como corresponde, sin remordimientos, ni rencores, sin ser impulsivo y pensando un poco más en mi mismo.
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario