domingo, 22 de agosto de 2010

Una y única

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Una mirada, un gesto dulce, una luz de esperanza.
Una cara conocida, memoria que alcanza recuerdos antiguos.
Un grito efusivo, una sonrisa de caricatura.
Una lagrima de alegría capaz de alterar el ritmo cardiaco.
Una palabra sincera que renueva la ilusión.
Un abrazo sin punto final.
Una canción que nunca va a acabar, mientras la cantemos juntos.
Una y única como vos sola.
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lunes, 9 de agosto de 2010

El macho con nombre de mujer.



Es fácil identificar un billete por la cara del personaje que tiene dibujada. Lo difícil es identificar al personaje por lo que fué, o lo que hizo o por ¿cómo era como persona?, eso muy pocos lo saben.
Hay personajes que son así, aparentar ser de una forma y es la imagen con la que se queda la gente, ya sea por defender a los suyos o por motivos que sólo él sabe. Pero en el detrás de escena aparece la verdadera cara de ese ser, la cara demostrativa, afectuosa, aparece ese ser carismático, que te despierta por la mañana con un beso húmedo, que se pone feliz de verte llegar y se pone triste al despedirse, que se enfrenta con cualquier persona, así sea mucho más grande que él, que sabe que tiene todas las de perder, pero se planta delante igual y te hace frente tan sólo para cuidar de los suyos.
Muchas veces renegado, en ocasiones apartado del mundo sin motivo alguno, incomprendido y otras tantas hasta mal tratado por sus actitudes.
El no hablaba, pero demostraba, él no te pegaba pero te defendía con uñas y dientes, se hacía el duro pero era el más blando de todos, era el macho con nombre de mujer.
La vida lo castigó con una enfermedad irreversible, pero mientras estuvo fué la mejor compañía de una niña que sufría a la par de él y que lo protegió hasta a donde pudo, y si yo hubiese estado en su lugar hubiese hecho lo mismo, por el bien de ese personaje, que una parte de mí llevaba consigo.